Muchas inmigrantes haitianas con la asesoría de traficantes de personas indocumentadas que operan en la frontera de Haití, hasta República Dominicana, comenzaron a usar la modalidad de entrar al país con niños y adolescentes, para protegerse y evadir persecuciones, arrestos y repatriaciones por parte de autoridades militares y migratorias