Sahar Tabar, la instagramer iraní que hace un año ingresó en prisión por compartir fotos de su propio rostro distorsionado, hasta ganarse el sobrenombre de ‘Angelia Jolie zombi’, ha sido condenada a 10 años de prisión, informa The Guardian.
Tabar, cuyo nombre real es Fatemeh Khishvan, tiene 19 años y llegó a rozar el medio millón de seguidores.
Fue acusada de corrupción de jóvenes y falta de respeto a la República Islámica de Irán, por lo que fue encarcelada. En primavera, pidió ser libreada, diciendo que había contraído Covid-19.
Tras su encarcelamiento, Tabar llegó a apelar a la actriz Angelina Jolie para que hiciera campaña por su liberación, diciendo: «La República Islámica tiene antecedentes de atormentar a las mujeres. Necesitamos estar unidas contra este apartheid de género».
Ahora, las autoridades iraníes la acusaban de blasfemia, incitación a la violencia, obtención de ingresos por medios inapropiados y alentar a los jóvenes a la corrupción. Su abogado dijo que había sido absuelta de dos de los cuatro cargos en su contra, pero no quiso explicar nada más porque todavía esperan que pueda llegar un indulto.
En octubre del año pasado, la televisión estatal iraní emitió unas imágenes en las que Tabar se mostraba arrepentida. La televisión describió a Tabar como «una víctima con una personalidad y un estado mental anormal» que buscaba «vulgaridad» en las redes sociales.
Además, existen informes médicos que apuntan a que la joven tiene una enfermedad mental, con antecedentes de visitas a hospitales psiquiátricos, lo que según su abogado, hace que la sentencia de 10 años sea aún menos explicable.
Sus abogados habían pedido que se le pusiera en libertad bajo fianza y destacaron su joven edad en el momento en que cometió los presuntos delitos.
